Nuestro planeta no es una despensa de materia prima ni una bodega de desechos. Es un lugar lleno de complejidad que nos acoge, nos da todo aquello que necesitamos para existir y cuya observación nos ha permitido evolucionar.
Creemos que, si aprendemos a respetarla, a valorarla y a cuidarla como se merece, seremos una sociedad cada vez más madura y más generosa, y sobre todo, haremos que nuestro planeta siga siendo un lugar habitable y digno para las personas que están por llegar y que tendrán el mismo derecho que nosotros a disfrutar de los elementos más básicos y vitales de la supervivencia.
Por ello, desde la fundación adelantamos proyectos que permitan a los habitantes de la región entrar en contacto con la naturaleza y contribuir con acciones a su preservación.
Estas son algunas de las actividades con las que, a través del arte, la reforestación y el reciclaje, queremos conectar con un ecosistema sorprendente del que todos formamos parte.